El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Cali

Artículo

Las autoridades ingresaron al campus universitario donde cerca de 50 jóvenes adelantan un campamento desde el viernes pasado. | Foto: Tomado de Twitter @UnivalleU

El actor caleño Luis Fernando Salas habla de su papel más importante: ser papá

A sus 40 años, el 'Negro' Salas confiesa que conoció a su traga maluca: su hijo Jerónimo. Su faceta de papá transformó su vida y la de su familia.

23 de abril de 2021 Por: Lina María Álvarez, especial para El País

A sus 40 años, el 'Negro' Salas confiesa que conoció a su traga maluca: su hijo Jerónimo. Su faceta de papá transformó su vida y la de su familia.

De niño, Luis Fernando, siempre fue rebelde. Era necio e inquieto. Cada tanto visitaba la Clínica de Fracturas para que lo enyesaran. Dice que perdió la cuenta, no sabe si fueron 7 o 9 veces. 

En su colegio, el rector empezó a decirle ‘El Negro Salas’ y el apodo se fue quedando, hasta el sol de hoy. Su debut como actor lo hizo hace más de veinte años en el popular seriado ‘Padres e hijos’.

Después de interpretar varios papeles para la televisión colombiana, ahora trabaja en el más importante de todos: ser papá.

“Es la vaina más hermosa del mundo. Se merece todos los adjetivos que vos querás, es lo más espectacular que me ha sucedido en la vida. Todos los que me conocen saben lo apegado que soy a los niños, siempre me decían ‘cuando usted sea papá, se va a volver loco’, pero jamás me imaginé que fuera a ser de este nivel”, acepta el actor.

El 18 de julio del año pasado, contrajo matrimonio con María Fernanda Patiño. Durante el compromiso, la pareja se dio cuenta que estaban esperando un hijo: “en realidad no lo esperábamos, ya me estaba empezando a desesperar por la edad y porque ese siempre había sido mi sueño.

Cuando cumplió los 40 años, empezó a sentir un poco de angustia por la edad. Cuenta que su madre ya había perdido la esperanza de ser abuela. Ahora llama todos los días a las 8:00 a.m. a  preguntar por “su bebé”.

Luis Fernando acepta que los únicos vicios que tiene son las hamburguesas, los chocolates y Jerónimo.

“Jerónimo es mi vida, mi príncipe, mi todo. En este momento de mi vida   cambió el chip y las prioridades. Mi esposa me dice que no hubiera podido encontrar mejor papá”, confiesa.

“Si vamos a hacer mercado, primero la leche y luego nosotros, para mí él es el primero en todo”, agrega.

Cuenta que en su faceta como padre ha descubierto nuevas cosas en su personalidad: “Me he vuelto extremadamente sensible, me duele ver el dolor de los niños. Cuando veo que alguien maltrata a un chiquito, quiero ponerlo en su lugar”. 

Dice que está enamorado, que Jerónimo, es “la traga más maluca” que ha tenido en su vida.

Su padre falleció en el año 1997, sin embargo, recuerda al pie de la letra sus consejos.

“Quiero que mi hijo sepa que la vida no es fácil, pero que hay que lucharla. Que uno siempre recoge lo que siembra y que no importa lo que haga, siempre lo voy a apoyar. Como mi papá me dijo: ‘sea lo que sea que decidas ser en tu vida, esfuérzate por ser el mejor’”. 

Desde que el bebé estaba en el vientre de su esposa María Fernanda, él le decía cosas positivas  y le reiteraba lo afortunado que sería en un futuro.

Cuando nació se dedicó a comprarle ropa y zapatos, ahora tiene varios pares, muchos que hacen juego con los de papá.

Siempre había querido ser padre. Me siento feliz y orgulloso de serlo. Es lo mejor que le puede pasar a uno. Si me  hubiera llegado antes no  lo habría  disfrutado tanto”, Luis Fernando Salas, actor.

AHORA EN Cali