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Contaminación ambiental, una carga muy pesada para Cali

Cali en este momento la segunda urbe más contaminada del país, algo menos que Bogotá, igual a Medellín y por encima de Barranquilla, Cartagena y Pereira.

9 de octubre de 2010 Por: Redacción de El País

Cali en este momento la segunda urbe más contaminada del país, algo menos que Bogotá, igual a Medellín y por encima de Barranquilla, Cartagena y Pereira.

Si bien la jornada del día sin carro del pasado jueves no es sino un respiro de 24 horas, el ejercicio es un buen punto de comparación para demostrar que los caleños viven asfixiados en una ciudad contaminada el resto de los 364 días del año. Aunque un estudio realizado durante el pasado mes de febrero por la Red de Monitoreo Ambiental determinó que la contaminación ha disminuido en un 30% en relación con la carga contaminante de monóxido de carbono en la atmósfera registrada en la medición de 2006, la situación no es la más tranquilizadora para los habitantes ni para las autoridades ambientales.Esta mejoría se atribuye a la nueva distribución del tráfico vehicular por las vías del Centro debido a la operación del sistema integrado de transporte masivo, MÍO.Sin embargo, esa medición de febrero determinó que el Norte y el Oriente de Cali son las zonas donde se presentan los índices más altos de contaminación atmosférica.“El norte de Cali es un área muy contaminada y eso tiene que ver directamente con su cercanía a Acopi y la industria tradicional de la ciudad, así como al bajo nivel de arborización”, declaró Carlos Rojas, director del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma.El funcionario agregó que el Oriente también tiene altos niveles de contaminación por razones urbanísticas y por su cercanía con el basurero de Navarro. Y es que 340 toneladas de material particulado (hollín compuesto por carbón, azufre y óxido de nitrógeno, minerales altamente contaminantes) que recibe la atmósfera de Cali al día, es una cifra escandalosa y preocupante. (Dato del Conpes 3344 del 2005).Esto le da el no muy honroso lugar a Cali de ser la segunda urbe más contaminada del país, algo menos que Bogotá, igual a Medellín y por encima de Barranquilla, Cartagena y Pereira.El panorama ambiental se agrava cuando se sabe que de las ocho estaciones fijas de medición de calidad del aire, sólo están funcionando la del Parque Panamericano, el barrio Obrero, La Flora y la Universidad del Valle, además de una unidad móvil que recorre toda la ciudad. Las restantes están dañadas, incluidas las de los barrios El Diamante y el Distrito de Aguablanca, sectores con altos índice de contaminación del aire.Veedores ambientales como Carlos Ramírez, de la Comuna 2, tras la medición de febrero, dijo que uno de los problemas ambientales de Cali es que la ciudad no cuenta con un diagnóstico constante sobre la calidad del aire ni ha tenido una política estable de control pese a ser catalogada como la segunda ciudad más contaminada del país.Carlos Rojas, director del Dagma, expresó que la reducción del 56% de la carga contaminante alcanzada el día sin carro, en comparación con la de un día ordinario, se logró porque 800.000 automotores (carros y motos), dejaron de rodar por la ciudad, y por ende la combustión que producen sus motores que funcionan con diesel o gasolina no provocaron residuos tóxicos que van a parar a los pulmones de los caleños. De acuerdo con la jefe del grupo de control y seguimiento empresarial y de calidad del aire del Dagma, Janeth Patricia Alegría, el principal beneficio del día sin carro fue que el número de partículas de polvo, hollín y polen que viajan en el aire y que son las más perjudiciales para la salud, cayó en un 15%.“Esas partículas son las que causan las enfermedades respiratorias ya que entran en los pulmones de las personas. Al no tener el parque automotor completo rodando se generan menos materiales y el aire es mucho más puro”, explicó la funcionaria del Dagma.Asimismo, se reveló que sectores como el Norte y el Sur de Cali resultaron altamente beneficiados con la jornada ya que en ambos extremos hay vías de alto tráfico de automotores que funcionan mediante la combustión de gasolina y diesel.Para el ambientalista Armando Palau, “si en la jornada cívica ‘12 horas de oxígeno para Cali’ hay reducción de emisiones, eso significa que el resto de los días estamos con una carga muy contaminante de partículas para la ciudad; eso hay que asociarlo con los altos índices de enfermedades respiratorias que maneja la Secretaría de Salud del Municipio”.En su opinión, “es muy loable que la producción de gases y las partículas de polvo hayan bajado, pero eso es sólo por un día y cuando los carros vuelven a las calles, los índices de contaminación vuelven a subir”.El ambientalista afirmó que a la Alcaldía le hace falta implementar planes de acción específicos como el plan maestro de ciclorrutas, que garantice una movilidad segura y así incentivar el uso de bicicletas en los ciudadanos; el pico y placa durante todo el día para reducir al menos en una quinta parte el parque automotor que rueda por Cali, y mejorar el servicio del MÍO en las horas pico. “En cambio, planea unas Megaobras que estimulan más el uso del carro porque la gente piensa que hay más vías y menos trancones”.

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