Así se ve Cali desde los ojos del 'halcón' de la Policía

Son las 6:30 p.m. del jueves. ‘Halcón’, el helicóptero que desde hace un mes apoya las operaciones de la Policía en Cali, está a punto de volar a vigilar la ciudad.

El mayor Ómar Fernando Castillo Castañeda, piloto en comando, y su tripulación ya verificaron los equipos de rastreo: la cámara Flir con filtros infrarrojos y de visión térmica, capaces de trabajar en cualquier condición atmosférica; el ‘Ojo de Dios’: una lámpara de xenón de 800 vatios y 10.000 lumen.

Encienden el motor y las aspas empiezan a girar. ‘Halcón’ alza su vuelo en la noche caleña. Como de rutina, van hacia el Centro. Su protocolo hace que vayan primero a la Alcaldía y a la Gobernación. Dan dos vueltas a la Torre de Cali, el punto más alto.

En ese momento, a través de los canales directos de comunicación con las autoridades en tierra, el piloto escucha que una patrulla solicita un refuerzo en la persecución de un hombre que había robado una motocicleta en el sector del Vallado, oriente de la ciudad.

En el helicóptero viajan el piloto, el copiloto y un técnico en operaciones, quien en un aparato, que parece un control de un Play Station, añade las coordenadas de la nueva ruta: una calle del Distrito de Aguablanca, una de las zonas con más homicidios en la ciudad.

‘Halcón’ cuenta con disposición de 24 horas ante cualquier eventualidad. En las noches realiza dos vuelos de vigilancia, debido a que es en esa hora donde se presenta el mayor pico de la delincuencia.

En cuestión de minutos, están allí. Sin arma alguna, sin ningún proyectil, disparan el ‘Ojo de Dios’. Y una potente luz ilumina una escena de un hombre en una motocicleta, mientras es perseguido por patrullas de la Policía.

La luz lo sigue. Es el ‘Ojo de Dios’, que desde el aire, va guiando a los uniformados en su persecución. Unas cuadras después es capturado y trasladado a la estación de Policía de El Vallado.

Esta escena se ha repetido desde hace un mes muchas otras noches. Desde que el helicóptero llegó a Cali ha realizado 66 vuelos y ha intervenido en 120 operativos, en los cuales se han realizado más de 20 capturas.

El mayor Ómar Castillo dice que han apoyado la desarticulación de grupos delincuenciales dedicados al hurto, el homicidio y al desplazamiento forzado en la ciudad. “Los casos que más hemos atendido son riñas violentas por intolerancia, los picos más altos de inseguridad se han presentado en el Distrito de Aguablanca y Siloé, sin desconocer que hay otros lugares como El Limonar y El Caney, zona sur de la ciudad, donde se presentan otros flagelos de la delincuencia como lo es el hurto”, explica el oficial.

‘Halcón’ no solo apoya los operativos de vigilancia de la Policía, también ha sobrevolado el estadio Pascual Guerrero en partidos de fútbol y vigila los cerros de la ciudad cuando los caminantes ascienden a las Tres Cruces y Cristo Rey.

A las 9:00 p.m., marcan la ruta hacia la Escuela de Aviación Marco Fidel Suárez, donde permanece el helicóptero. Su vuelo de dos horas ha terminado. Debe ser abastecido con combustible para volver a surcar el cielo.

El helicóptero Bell 407 tuvo un costo total de $17.689 millones, $11.536 millones asumidos por la Policía en la compra de la aeronave, y $6.153 millones, aportados por el Municipio de Cali para los aparatos tecnológicos.

La aeronave está equipada con una cámara FLIR con filtros infrarrojos y de visión térmica, capaces de trabajar en cualquier condición atmosférica. Entre los otros equipos de seguridad del Bell 407 se encuentra también una cámara que permite identificar placas y rostros de personas, sin distorsión de imagen y a cualquier altura, además de unos altavoces con un radio de difusión que tiene capacidad para llegar 500 metros a la redonda.