A l cumplirse un mes del inicio del paro nacional aún siguen vigentes distintas demostraciones de protesta social en diferentes zonas del país, especialmente en el Valle del Cauca.

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Teniendo en cuenta el contexto actual y las diferentes problemáticas que se han venido presentando en el transcurso del estallido social, diferentes líderes, políticos, empresarios, estudiantes y docentes, han generado propuestas con un objetivo en común: que el país y el Valle sigan adelante.

Edison Giraldo, comerciante

Se necesita el fortalecimiento de las empresas, pues así, se podrán brindar oportunidades de empleo, especialmente a los jóvenes y demás personas que necesitan acceder a un salario mensual. Se requiere escucha y que en las mesas de diálogo sean aprobadas propuestas vanguardistas, ya que es claro que los principales afectados son los jóvenes y se necesita derribar esas barreras que les impiden poder trabajar. También, necesitamos apertura a todo el proyecto social que las empresas desarrollan y potenciar la cultura, el arte y las demás expresiones artísticas.

Alejandro Éder, político

Se debe escuchar, entender y actuar. Debemos resolver atendiendo los sueños y los temores. Debemos cuidar e invertir los recursos que tenemos en la gente, logrando invertirlos para mejorar la calidad de vida de los menos favorecidos y el bienestar común. Debemos abandonar el valluno-come-valluno, pues estamos en la vida juntos para velar por el prójimo y así lograr el bienestar. Hay que trabajar duro y con foco en las nuevas generaciones y los que todo lo necesitan.

Óscar Escobar, alcalde de Palmira

El presidente Iván Duque debe condenar todos los excesos del uso de la fuerza del Estado y pedir perdón a las familias que fueron afectadas, y que se haga todo el esfuerzo para que esto no se repita. En ese mismo sentir, el Comité Nacional del Paro también debe pedir perdón por los bloqueos viales y el vandalismo generado en el marco del paro nacional. Estos son gestos importantes para que el diálogo sincero obtenga resultados que todos queremos para mejorar a nuestro país, a Palmira y al Valle del Cauca.

Rafaela Carmona, del grupo Democrítica

Hay que establecer un diálogo que inicialmente muestre reconocimiento por los abusos policiales y desaparecidos en las jornadas del paro nacional, para luego concretar soluciones que involucren social, laboral y económicamente a los sectores que hoy se movilizan. En el Valle existen propuestas de infraestructura como la Nueva Malla Vial del Valle y la vía Mulaló - Loboguerrero, generadoras de empleos y beneficios económicos para la región que deben considerarse el camino que solvente la crisis actual. Y no ignorar a los jóvenes: la falta de empleo y educación para ellos es la base de este estallido social.

Diana Rojas, concejal de Cali

Debemos conseguir los recursos para la reconstrucción de la infraestructura de Cali, así como de nuestro tejido social; es importante utilizar el crédito de 650.000 millones que fue aprobado y que anda dentro de la Administración. Jorge Iván Ospina tiene que hacer ajustes estructurales en su equipo de Gobierno para recobrar la confianza de los caleños. Tenemos que reactivar el 41 % de empresas de la ciudad que están paralizadas por el contexto actual y no podemos arriesgarnos a perder un 11 % más de microempresas. Es imprescindible un trabajo articulado entre la las alcaldías de los municipios aledaños y de la Gobernación para definir estrategias conjuntas.

Esteban Jaramillo, abogado

El Gobierno debe convocar a la academia, a los empresarios y a las organizaciones sociales y no gubernamentales, para concentrar esfuerzos en hacer una alianza, donde, inicialmente, se construya un plan de choque rápido que responda a los principales problemas. También, trazar una hoja de ruta para el Valle del Cauca y el Pacífico, donde se vea cómo se concentran todas las capacidades del Estado colombiano, permitiendo que el país logre salir de la deuda histórica que ha tenido con esta región que tanto ha sufrido, pero que tiene mucho que aportar al desarrollo nacional.

Fray Francisco Leudo, De la Pastoral Social de Cali

A través de asambleas, cabildos y mesas territoriales locales, generar un espacio de diálogo entre los ciudadanos y voceros, en el cual se expongan las ideas y propuestas, a fin de que nadie se sienta excluido y tenga un espacio para comenzar juntos a desescalar los bloqueos. Lo más urgente es la concertación que a su vez permita que el Gobierno Nacional y el Gobierno local escuchen a la comunidad y concerten con salidas pacíficas. Las vidas que se han perdido y la actitud de duelo se deben tener en cuenta para tomar la fuerza que nos anime a reconstruir nuestro Valle del Cauca.

Sara Moreno, integrante del Mov. Consejo Ciudadano

El Valle del Cauca es un símbolo de lo que significan los reclamos legítimos en una sociedad profundamente desigual. Necesitamos poner en el centro a los jóvenes, tener un diálogo abierto con diferentes líderes, gobernantes locales y Naciones Unidas para llegar a un acuerdo social por la reconciliación, donde además se rechace conjuntamente los abusos que ha tenido la Fuerza Pública, y se haga un llamado al levantamiento pacífico de los bloqueos que afectan el derecho a la vida, a la salud y a la alimentación de los vallecaucanos.

María Isabel Ulloa, Directora ejecutiva de ProPacífico

El Valle seguirá adelante si seguimos con los proyectos de la agenda de desarrollo. Teniendo como prioridad pensar en la calidad educativa de la educación básica y media.

También es importante pensar en la infraestructura que da competitividad y el acceso a empleos. Es clave la recuperación de las fuentes hídricas como nuestro río Cauca; el enfoque en la salud y en los procesos de vacunación. Tener un proceso de escucha con los jóvenes es fundamental para hacer esfuerzos encaminados a asegurar una calidad de vida para aquellos que carecen de oportunidades.

Isabella Gómez, Integrante del grupo feminista Furia

Se necesita la presencia de mujeres y hombres líderes que estén preparados y dispuestos a trabajar para reducir las brechas sociales y de clase que hay en Cali y en el departamento.

El progreso no depende solo del ámbito político, sino también de las interacciones entre la sociedad misma, y el Valle necesita una dispuesta a reconocer la verdad en el marco de la reconciliación, sin temor a enfrentarse a personas con matices políticos y opiniones distintas. Además, en el Valle se debe implementar la pedagogía electoral para que se aumente la participación política de los ciudadanos, pues deben entender el poder que tienen para escoger buenos líderes.

Juan F. Reyes Kuri, congresista

El presidente Duque debe iniciar los diálogos en el territorio, dejando el centralismo y dando la cara a los jóvenes. Necesitamos que así como rechazamos los abusos de la Fuerza Pública, rechacemos la violencia y actos vandálicos que se han aprovechado de la protesta pacífica.

Debemos avanzar en una discusión sobre la política de drogas en Colombia, pues cada vez hay más producción y consumidores, y debemos buscar lo mejor para la sociedad. La unión también es importante, teniendo empatía con el otro y con lo que está pasando con los jóvenes, personas marginadas y sectores afectados.

Miguel Lagos, universitario

Es fundamental que el Gobierno Nacional y local dejen a un lado esa posición de desconocer el descontento social y reconozcan las fallas, pues deben escuchar con total disposición a quienes hoy reclaman oportunidades. Y es de vital importancia que se lleve a cabo una reunión con los líderes de cada primera línea en el Valle, en la cual se desarrolle una agenda con puntos concretos para la transformación social, generando propuestas claves que permitan llegar a acuerdos en las negociaciones.

Germán Ayala, politólogo

Para que el Valle salga adelante, en el marco de la compleja coyuntura que afronta la región y el país, debemos, todos los vallecaucanos, proscribir el ethos mafioso que se entronizó en todos los ámbitos y esferas de la sociedad. Una vez logrado ese objetivo, el cambio cultural nos permitirá comprender que hemos construido una sociedad excluyente, fruto de un anacrónico racismo, con el que particulares miembros de la élite económica y política intentan desconocer el proceso de mestizaje del que inexorablemente hacen parte ellos y todos los vallecaucanos y colombianos.