Ráfagas de balas, armas de alto calibre, incendios de vehículos y columnas de humo que se divisaban desde lejos inundaron este jueves la ciudad de Culiacán, en el noroccidental estado mexicano de Sinaloa, tras el arresto de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín 'El Chapo' Guzmán, quien fue liberado horas después.

Desde las 3:30 de la tarde, hora local, varias zonas céntricas de esta ciudad de unos 800.000 habitantes fueron un campo de batalla luego de que una patrulla integrada de 30 elementos de la nueva Guardia Nacional -un cuerpo policial-militar creado recientemente por el Ejecutivo- y el Ejército entraron al fraccionamiento de Tres Ríos.



Desde una vivienda, este comando recibió disparos y repelió la agresión, hallando dentro de la vivienda a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, quien enfrenta cargos en Estados Unidos por tráfico de cocaína, metanfetamina y marihuana.

En represalia por esta acción, pronto se extendió la violencia por muchas calles del centro de la ciudad, en uno de los sucesos más violentos e indiscriminados de la historia reciente de México.

Su propósito era "generar pánico", dijo en un breve mensaje de vídeo el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Sspc, Alfonso Durazo.

Aunque las autoridades no han confirmado oficialmente la liberación de Guzmán, medios locales y el mismo abogado del hombre aseguraron que ya fue dejado en libertad.

El diario El Universal señaló que el hijo del Chapo fue "puesto en libertad para pacificar" Culiacán, que vivió una jornada de violencia que incluyó la fuga de 20 o 30 reos de la prisión de Aguarato, que se fueron con los narcotraficantes.

La Jornada apuntó que "al verse superados en número se tomó la decisión de liberar a Ovidio Guzmán para tratar de evitar más violencia en la zona y preservar la vida del personal y recuperar la calma en la ciudad".

Jornada de terror

Centenares de personas debieron buscar resguardo en viviendas y establecimientos. Otros, tal y como reflejan decenas de vídeos publicados en redes sociales, se encontraron atrapados entre las balas.


El caos se dispersó por la ciudad, con los llamados narcobloqueos, la quema de automóviles y mobiliario urbano por parte del narcotráfico para bloquear las vías.

"Ya no respetan a nadie, y todos corremos riesgo, así como estamos. No tenemos seguridad de nada. Sí me tocó (el tiroteo). Nunca he estado en una guerra, pero se oían como si estuviera en una", dijo este jueves Jesús Elías Avitia.

Este mismo habitante de Culiacán lamentó los "daños materiales" y se mostró temeroso de lo que podía suceder en la ciudad.

Un comando armado entró en un penal de la ciudad logrando liberar a varios presos. Según información todavía no confirmada, se asesinó a varios funcionarios de prisiones.

Además, en muchas calles los delincuentes están aprovechando el caos todavía existente para robar vehículos y establecimientos.

Saldo preliminar de víctimas

Según informó a medios el Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda, de forma "preliminar" hay 21 personas lesionadas por arma de fuego y, aunque todavía "sin confirmar", se contabiliza la muerte de varios miliares y miembros de la Guardia Nacional, además de "dos o tres civiles".

También confirmó que hay 27 presos fugados de un penal en la ciudad y de varios vehículos incendiados.

¿Quién es Ovidio Guzmán?

Ovidio Guzmán López es uno de los hijos del capo Joaquín "el Chapo" Guzmán menos conocidos en comparación con el lujo exhibido por su hermano Iván Archivaldo, aunque las autoridades le tenían el ojo puesto desde hace un década.

De los diez hijos que tuvo el Chapo Guzmán con sus tres esposas, el más reconocido de ellos es Iván Archivaldo por los lujos y extravagancias que presumía en las redes, donde mostraba sus autos de lujo, joyas y animales exóticos.

Pero la importancia de Ovidio en la organización quedó puesta en evidencia con su captura, que desató una ola de violencia en la ciudad de Culiacán, capital del occidental estado mexicano de Sinaloa, que puso en jaque a las autoridades.

Apodado el ratón, Ovidio supo mantener un perfil bajo aunque desde 2012, el Gobierno estadounidense lo incluyó en la lista de narcotraficantes internacionales 'Kingpin Act' por considerar que jugaba "un papel significativo en las actividades de su padre".

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció en febrero pasado que Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo y de su Griselda López, había sido imputado por cargos de narcotráfico.