A menos de una hora de Pereira se encuentra La Virginia, un pequeño municipio que, a pesar de su tamaño reducido, concentra una riqueza natural y cultural que sorprende a quienes lo visitan.
Con solo 33 kilómetros cuadrados de extensión, es considerado el municipio más pequeño de Risaralda, pero su geografía privilegiada lo convierte en un lugar ideal para el descanso, la observación del paisaje y las actividades al aire libre.
De hecho, Risaralda, es considerado un destino idóneo área las personas que buscan disfrutar de todo lo que ofrece la naturaleza al máximo.
El municipio está ubicado entre los ríos Cauca y Risaralda, dos afluentes que enmarcan su territorio y le dan un ambiente fresco, cristalino, navegable y fértil. Además, varias quebradas lo atraviesan, entre ellas Guásimo y Cañaveral, que ofrecen espacios para caminatas ecológicas y contacto directo con la naturaleza.
Su entorno rural y su clima cálido hacen de La Virginia un destino atractivo para quienes buscan escaparse por un día o un fin de semana.
Uno de sus mayores atractivos es la posibilidad de realizar paseos en lancha o en bote por el cauce del río Cauca, una actividad que permite apreciar desde el agua las montañas y valles que rodean el municipio. Estas travesías se han convertido en una experiencia recomendada para locales y visitantes, ya que muestran una perspectiva distinta del paisaje cafetero.
La Virginia también cuenta con espacios emblemáticos como el antiguo puente colgante conocido como Puente Viejo o Puente Bernardo Arango, una estructura histórica que conecta con el pasado del municipio y que hoy funciona como punto turístico, mirador y lugar para fotografías. Caminos rurales, senderos y paisajes ribereños completan la lista de atractivos naturales.
La vida cotidiana del municipio gira en torno a actividades agrícolas, especialmente el cultivo de café y caña, lo que aporta identidad y tradición a su gastronomía. Entre los platos locales más apreciados se encuentran preparaciones a base de pescado, muy comunes debido a la cercanía con los ríos.
Además de sus paisajes, La Virginia destaca por su ambiente tranquilo y su gente amable. Lugares como el parque principal, la parroquia y zonas culturales rinden homenaje a su historia y a personajes representativos de la región.
Esta mezcla de naturaleza en su mayor esplendor, tradición y sencillez convierte al municipio en una parada perfecta para quienes desean desconectarse del ritmo urbano en familia o solitario sin alejarse demasiado de Pereira.