Una fuerte confrontación verbal protagonizada por el senador Jonathan Ferney Pulido Hernández, conocido como Jota Pe Hernández, y el activista Hernán Muriel, sacudió este martes 5 de agosto la tranquilidad del Senado de la República. El episodio, que estuvo al borde del choque físico, ocurrió mientras se desarrollaba una sesión plenaria.
Todo comenzó cuando el senador de la Alianza Verde salió del recinto y fue abordado en los pasillos por Hernán Muriel, un activista afín al petrismo, quien lo increpó por sus posturas críticas hacia el gobierno del presidente Gustavo Petro. Aunque algunos presentes le sugirieron al congresista que se retirara, Hernández decidió quedarse para responder a los señalamientos.
Muriel, quien se identifica en redes sociales como comunicador social, periodista digital y ciberactivista, ha sido visto en escenarios políticos cercanos al petrismo. De hecho, estuvo presente en la Casa de Nariño el 4 de agosto, cuando Petro recibió a un grupo de influenciadores. Su ingreso al Senado fue gestionado por el representante del Pacto Histórico Eduard Sarmiento Hidalgo.
La discusión, que fue grabada por testigos y difundida en redes sociales, escaló rápidamente. En los videos se observa un ambiente tenso, con gesticulaciones, gritos y acusaciones. Muriel le reclamó al Senador por lo que consideró una traición a los principios que lo llevaron al Congreso: “Nunca más en la vida apoyaré a una persona como usted”, le dijo.
Por su parte, Hernández no tardó en responder con dureza, y lo acusó de justificar actos que antes criticaba, lo llamó “prepago” y lanzó afirmaciones que agitaron aún más los ánimos, “Hoy sí le parece bien lo que antes criticaba, hoy sí le parece bien los actos de corrupción, usted lo que es un prepago”.
“Hoy ya no cuenta muertos, hoy sí les parece bien que asesinen a los líderes sociales, que se roben la plata del Gobierno y que un marihuanero esté en el poder”. Exclamo el Senador de la Alianza Verde.
Muriel, visiblemente indignado, replicó a sus acusaciones y lo culpo de haber engañado a quienes creyeron en él durante su campaña: “Nos usaste, traidor del pueblo”.
La tensión llegó a tal punto que miembros de la Policía del Capitolio tuvieron que intervenir para evitar que la discusión pasara a mayores. El activista fue acompañado hasta la salida del recinto, mientras el senador regresaba con evidente molestia.
Tras el altercado, en el Senado surgieron cuestionamientos sobre la presencia de activistas en espacios destinados exclusivamente a actividades legislativas. Se activaron protocolos de seguridad ante la posibilidad de una agresión física y por la preocupación de que este tipo de hechos se repitan.
En redes sociales, los videos generaron reacciones divididas entre usuarios, los cuales criticaron el ingreso del activista, la conducta del senador y el tono de la discusión. Comentarios como “¿Y cómo llegaron esos activistas allá?, Se supone que son zonas restringidas” o “El senador debería ser más coherente en el próximo Congreso”. Reflejan el impacto del episodio tanto en la esfera política como en la opinión pública.