El presidente Gustavo Petro volvió a pronunciarse sobre la elección de Carlos Camargo, exdefensor del Pueblo, como nuevo magistrado de la Corte Constitucional. Cuestionó su idoneidad para defender la Carta Política de 1991 y habló de una supuesta “traición” en el Senado de la República.
“No confió el que se silenció ante el fascismo, en quien no protestó contra el asesinato de los jóvenes, ni en el gobierno Uribe, más de seis mil inocentes, ni ante el encarcelamiento de 3000 jóvenes por los fiscales de Duque”, escribió el mandatario en su cuenta de X este jueves, 4 de septiembre, al señalar que Camargo tiene ahora una “segunda oportunidad”.
También cuestionó el supuesto respaldo a la designación del exdefensor del Pueblo, oriundo de Córdoba. “Dicen que Córdoba se siente orgullosa con lo acontecido en el senado. No es cierto. Córdoba está llena de fosas comunes que generó una élite terrateniente que decidió quitar la tierra, matar estudiantes y profesores”, insistió Petro.
Aunque criticó con dureza la elección de Camargo, el mandatario dijo que esta decisión no tiene que ver con su Gobierno. “No aposté a dominar la Corte, es imposible. Solo presenté dos ternas para que el Senado eligiera dos magistrados de nueve en total”, agregó.
Petro también aprovechó para lanzar críticas a sus antecesores, a quienes acusó de pedir “controlar las cortes y la cúspide de la Justicia, y por eso se reeligieron solo ellos, y cerraron la reelección para los demás”.
A renglón seguido, el jefe de Estado advirtió que con esta elección no estaba en juego el último año de su mandato, sino el rumbo de la sociedad para los próximos ocho años, periodo que dura el nombramiento de un magistrado. “Nos jugábamos si avanzamos a una democracia plena o nos devolvemos a los años del crimen desde el estado y la impunidad: la gobernanza paramilitar”, señaló.
Petro además confirmó la ruptura con la coalición del Gobierno, como él y el ministro de Interior, Armando Benedetti, habían anticipado. Tras la elección de Camargo, trascendió que tres ministros que representaban esas alianzas políticas saldrán del gabinete: Antonio Sanguino (Alianza Verde), Julián Molina (Partido de la U) y Diana Marcela Morales (Partido Liberal).
“Por ahora mis aliados solo serán los y las que supieron en que consistía la elección y no decidieron el camino de la traición al presidente y al proyecto democrático”, insistió.