Durante un acto realizado en la plaza pública de Bucaramanga, el presidente Gustavo Petro volvió a referirse a la posibilidad de una eventual reelección y reiteró que no tiene interés en extender su mandato más allá de lo que establece la Constitución.
En medio de su discurso, aseguró que quienes se aferran al poder “terminan mal, en la tristeza de la soledad, ya sea en una cárcel, en una hacienda en solitario o en una cama fría sin compañía”.
El mandatario enfatizó que su propósito no es mantenerse en la Casa de Nariño, sino consolidar un proyecto político que se diferencie de la violencia y de los conflictos que han marcado la historia nacional. “Poder ir construyendo las páginas de una historia que no sonara a genocidio ni a masacre”, expresó al dirigirse a la multitud.
Petro también destacó que su aspiración personal está ligada a la cercanía con la ciudadanía. “Yo voy a morir feliz un día porque recordaré estos momentos de felicidad que me daba sentirme entre multitudes de hombres y mujeres”, agregó.
En paralelo a estas declaraciones sobre el poder, el presidente se refirió a la reforma pensional, una de las iniciativas más relevantes de su administración, y señaló que enfrenta obstáculos en su revisión constitucional.
Según dijo, “han retenido la ley aprobada por el Congreso dos veces, porque existen intereses que no permiten que la firme el presidente este año”, sugiriendo que sectores políticos estarían buscando retrasar la implementación hasta 2026.
Estas afirmaciones se suman a las tensiones que ha tenido con la Corte Constitucional. En semanas recientes, el jefe de Estado acusó al magistrado Jorge Enrique Ibáñez de actuar motivado por un “odio ideológico” hacia su Gobierno, algo que fue rechazado por el propio magistrado.
En un auto judicial, Ibáñez respondió que esas palabras no corresponden a la verdad y advirtió que podrían afectar la independencia judicial prevista en la Constitución.
Actualmente, aunque la Cámara de Representantes aprobó un acta que subsana algunos de los vicios señalados en el trámite legislativo, el alto tribunal aún no ha iniciado un análisis de fondo de la reforma, ya que falta otra acta clave para dar continuidad al proceso.
Frente a los señalamientos de la oposición sobre una posible estrategia para prolongar su influencia política, Petro respondió recordando que no busca la reelección. Sin embargo, en junio publicó en su cuenta de X que, si se llegara a instalar una constituyente, él no sería presidente en ese momento y solo podría participar como ciudadano.
El mandatario ha insistido en que su proyecto político debe trascender a su propio gobierno y continuar a través de otros liderazgos, con el fin de garantizar reformas sociales como la pensional y avanzar en políticas de desarrollo para las regiones.