Por Diego Martínez Lloreda, director de Información del Diario El País

“Uno tiene que conocer su temperamento, tiene que conocer sus virtudes y defectos, eso requiere un nivel de compromiso, de agallas y un poquito de ambición y hasta de vanidad que, correctamente utilizados, puede servir mucho; esos son cargos muy duros, muy complejos, en los que hay ataques, y yo siento que desde la universidad puedo hacer aportes muy grandes a mi región y a mi país”.

Así responde Esteban Piedrahita a la pregunta de si aspira a ser Alcalde de Cali.

En entrevista con Diego Martinez en Al Banquillo con Martillo, el rector de la Universidad Icesi habla del Gobierno y de las reformas que este promueve. Considera que el país y su democracia para madurar requerían que gobernara alguien que milite en la izquierda y que Colombia sobrevivirá al gobierno Petro.

!Muy chévere los rankings, para el mercadeo es importante, pero lo más importante es qué pasa con el estudiante. Aquí en Icesi el centro es el estudiante. Enseñamos y aprendemos de manera diferente”. Esteban Piedrahita, rector de la Icesi | Foto: El País

¿No es muy raro que usted haya reemplazado a su padre en la rectoría de la Icesi?

Sí, suena un poco exótico en el mundo de hoy y a veces un poquito incómodo. Me acuerdo que hace cinco años le dije a mi papá, ve, el trabajo tuyo es como chévere, me dijo, ¡uy!, pero esperate, tenés que comenzar a enseñar, tenés que meterte al mundo académico, a mi papá eso le generaba cierta incomodidad. Ya el con el pasar del tiempo y viendo que de pronto era buen candidato me dijo, animate. Pero no es una universidad familiar ni mucho menos. Tiene un gobierno corporativo muy serio, con los empresarios fundadores, donantes. Ninguna universidad de Colombia tiene donantes más comprometidos que Icesi, el sector privado vallecaucano, eso hay que decirlo, comenzando por Tecnoquímicas y la Fundación Valle del Lili y siguiendo con muchos más, muy comprometidos. Entonces en un momento dado me dije, ‘bueno, ¿dónde voy a pasar mi próxima década que es una década productiva, importante?, y pues la verdad me enamoró la historia de Icesi, la institución y sobre todo, el propósito superior de la educación.

¿Y cómo ha sido esta experiencia respecto a las otras que ha tenido?

Muy chévere. La verdad, la gente me dice, te fuiste al mundo académico y la verdad es que la Icesi es una empresa, toca conseguir estudiantes, pagar nómina, saber qué producto ofrecer, invertir bien, manejar profesores.

Las universidades hacia afuera son muy liberales y hasta contestarias, pero hacia adentro son reconservadoras. Están organizadas igualito, por facultades, a los profesores y a los alumnos no les gusta mucho el cambio, en Icesi menos, son conservadoras hacia adentro. Entonces, me encontré cosas fantásticas y también retos. El mundo de la educación que ha sido muy estable por cientos de años lleva diez años cambiando rápidamente y va a cambiar de una manera muy significativa. Además, teníamos unos apoyos del gobierno que se acabaron.

Existe la percepción de que la Icesi es una universidad para ricos. ¿Qué tan cierto es eso?

Lo fue. Icesi ha tenido dos etapas. La primera arrancó con 45 estudiantes en el centro de Cali, solo tenía una carrera: Administración. Durante los primeros 20 años no fuimos universidad, sino un Instituto de Educación Superior con dos carreras: Administración e Ingeniería de Sistemas. Todos los muchachos provenían de colegios privados.

El cambio en los últimos 20 años ha sido fantástico. Hoy somos de las universidades de altísima calidad del país, la más incluyente, tenemos cerca del 60 % de estudiantes de estratos 1, 2 y 3. Ese 60 % es el doble de la de Eafit, el doble de la de los Andes y eso nos llena de orgullo. Entonces, tenemos diversidad de carreras, desde música con énfasis en producción, con los mejores estudios del país, desde eso hasta Medicina, con la Fundación Valle del Lili, el mejor hospital de Colombia, pasando por Antropología, Sociología, varias ingenierías, diseños, administraciones, Derecho, Psicología, 29 carreras, tenemos ya una pluralidad de puntos de vista. Ah, y una diferencia con las buenas universidades estatales como la Nacional o la del Valle que tienen muchos estudiantes muy pilos de estratos 1, 2, 3, a veces 4, pero muy poquitos 5 y 6. En Icesi hay todos. Y la transferencia de conocimientos, de intangibles y de bienes culturales que sucede ahí es maravilloso.

Hay estudios de cómo la interacción de los muchachos más privilegiados con muchachos de hogares menos privilegiados les hizo no solo tener redes sociales más diversas, amigos más diversos, sino que tenían una mejor noción objetiva de la desigualdad y de la pobreza en Colombia y además, les interesaba, les importaba más la pobreza y la desigualdad. Entonces somos pluriclasistas y diversos con excelencia, somos de élite, pero en excelencia.

"Hacer una reforma buena es complicado, hacer una reforma mala es complicado, que alguien se quede en el poder es complicado, sacarlo es complicado". Esteban Piedrahita, rector de la Icesi. | Foto: El País

En un ranking revelado hace poco, la Universidad Icesi salió como la mejor de Colombia. ¿Se le puede creer a ese ranking?

Yo fui el primer sorprendido. Muchos de esos ranking dependen, por ejemplo, de la red de exalumnos que hacen encuestas de prestigio y tal. Pues es chévere salir bien, porque es importante para el mercadeo.

Pero lo recibimos con beneficio de inventario porque sabemos que las ponderaciones las cambian, pero casi siempre salimos entre las diez o cinco primeras del país. Pero lo que más nos importa son los resultados de aprendizaje de nuestros estudiantes que están entre los tops 5 del país y en valor agregado, es decir, cómo llegaron del colegio, en el Icfes o Saber 11 y cómo salieron en la Saber Pro somos la número 1 del país, la empleabilidad de los muchachos y los salarios promedios, de todos.

Es decir, muy chévere los rankings, para el mercadeo muy importante, pero lo más importante es qué pasa con el estudiante. Aquí en Icesi el centro es el estudiante. Enseñamos y aprendemos de manera diferente y los resultados son espectaculares.

Ahora hablemos de la situación del país. Yo lo oí a usted el otro día decir que para Colombia es bueno tener un gobierno de izquierda. Barájeme esa afirmación...

La democracia requiere alternancia. Yo pienso que el país y su democracia para madurar requerían que gobernara alguien que milite en la izquierda. Que si este gobierno de izquierda es el que uno hubiera querido, pues eso es otra pregunta. Pero a mí me parece que es importante y lo vamos a sobrevivir, el país ha demostrado que tiene institucionalidad. Con este gobierno mucha gente se siente representada, eso es importante. Lo más importante en la democracia es la rotación.

"De las universidades de altísima calidad del país, la más incluyente es la Icesi, tenemos cerca del 60% de estudiantes de estratos 1, 2 y 3, un procentaje más alto que en Los Andes o Eafit”. Esteban Piedrahita, rector de la Icesi | Foto: El País

¿Usted no teme que Petro pretenda eternizarse en el poder?

Cero. Aquí hay pesos y contrapesos. Yo creo que el país madura con esto, el país demuestra resiliencia y sostenibilidad y en el largo plazo puede ser una cosa buena. Puede que en algunos ámbitos perdamos tiempo, en otros, de pronto, avanzamos, por ejemplo, en inclusión, pero creo que es algo que termina contribuyendo a la madurez de la democracia.

¿Usted cree que es bueno que en Colombia sea complicado tumbar un presidente?

En Colombia es complicado todo, eso es parte de la belleza de este país. Hacer una reforma buena es complicado, hacer una reforma mala es complicado, que alguien se quede en el poder es complicado, sacarlo es complicado.

¿Qué sintió oyendo al doctor Benedetti, esas declaraciones en ese tonito? …

La verdad es que tengo malas referencias del señor en muchos ámbitos y la verdad es que sus expresiones verbales son lamentables.

Hablemos de las reformas: a la salud, pensional y laboral. ¿Cuál le preocupa más y cuál menos?

De estas tres, la de la salud como estaba planteada era sumamente preocupante porque, a pesar de las dificultades, nuestro sistema de salud, sobre todo, para el nivel de recursos de este país, es bastante bueno. Hay cosas de la reforma como la atención en lugares remotos y el énfasis en la prevención que se necesitan, me preocuparía mucho si saliera como estaba.

La reforma laboral me preocupa porque está orientada a las luchas del pasado del sindicalismo. Es decir, quienes están empleados hoy, que es menos de la mitad de los colombianos en edad de trabajar, les dan más garantías, posiblemente más ingresos, pero a los desempleados e informales, que son los pobres de este país, les hace más difícil acceder a la formalidad. La reforma no está pensado en generar empleo sino en proteger el empleo que está hoy y que es insuficiente. Eso me parece equivocado, y segundo, busca hacer más rígido el mercado del trabajo.

La reforma pensional tiene cosas buenas. En Colombia tenemos un problema gigantesco en cobertura, a mí, que haya un pilar básico al que todos contribuimos y después de eso que uno ahorre, me parece bien, esta reforma subsidiará menos a los de más altos ingresos, que son los más subsidiados por el Estado hoy en día, en pensiones, no así en salud. Muy importante que la plata de los fondos privados que pasaría a Colpensiones se ahorre y no se gaste muy rápidamente.

¿Cómo visualiza usted la Colombia del 2026 cuando se acabe este gobierno: vamos a estar mejor, peor o igual?

Buena pregunta. Pues uno ve que se está frenando la dinámica económica. Eso era predecible pues tuvimos una pandemia, después un impulso gigante, fiscal y monetario, mucho consumo, crecimos muchísimo, superamos el nivel económico 2019 prepandemia muy rápidamente y estamos desacelerando, como todo el mundo, era natural.

Hay cosas del discurso del gobierno que preocupan mucho, por ejemplo, el tema de los hidrocarburos, que son fundamentales para las políticas sociales del país y para sostener el Estado.

Yo no soy catastrofista, mucha gente dice: ‘se acabó el país’, ‘somos Venezuela’, no creo en eso. Creo que en muchos ámbitos no vamos a avanzar en estos cuatro años y en algunos posiblemente sí.

Pero, soy moderadamente pesimista del corto plazo, y optimista del mediano y del largo.

Yo sé que le han hecho varias propuestas para que se lance a la Alcaldía de Cali. ¿Por qué no le ha jalado?

Nooo. Uno tiene que conocer su temperamento, tiene que conocer sus virtudes y defectos, eso requiere un nivel de compromiso, de agallas y un poquito de ambición y hasta de vanidad que, correctamente utilizados, puede servir mucho; esos son cargos muy duros, muy complejos, en los que hay ataques, y yo siento que desde la universidad puedo hacer aportes muy grandes a mi región y a mi país.