La reapertura del Hospital Distrital de Buenaventura es una noticia positiva para una ciudad en la que sus habitantes han recibido siempre una precaria atención en salud.

Sin embargo, es necesario despejar las inquietudes sobre los servicios que aún no funcionan y que debería tener al ser un hospital de nivel 2 de atención.

Si bien se han abierto especializaciones como pediatría, ginecobstetricia, medicina general e interna, aún no cuenta con Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, ni tiene la infraestructura suficiente para realizar hospitalizaciones.

Sin demeritar el esfuerzo hecho al invertir $22.700 millones en el Hospital y empezar así a cumplir con lo pactado en las negociaciones que dieron fin al paro adelantado en junio de este año, a quienes viven
en la principal ciudad del Pacífico colombiano hay que garantizarles una buena y oportuna atención en salud.

Nada ganan los bonaverenses con que se les diga que ya tienen un hospital si ahí no se pueden atender procesos que requieran cuidados especiales, o cuando un servicio esencial como el de hospitalización está limitado a 52 camas para una ciudad que supera los 450.000 habitantes.

Ya es hora de hacer las cosas bien por Buenaventura y trabajar para entregarle a su población un hospital completo y a la altura de sus necesidades.