Por encima de cualquier discusión política o jurídica, Colombia ha dado muestra de una gran generosidad al otorgar la nacionalidad a los hijos de los migrantes venezolanos.

Son 24.500 niños los que a partir del 20 de agosto podrán resolver ante la Registraduría y las notarías del país el problema de venir al mundo sin una nacionalidad.

Niños nacidos en Colombia desde el 2015, que no tienen la culpa de la grave situación política y social por la que atraviesa Venezuela y que finalmente tendrán sus derechos básicos asegurados.

la decisión merece reconocimiento porque no es solo el compromiso que ha asumido el Gobierno, sino la generosidad de los colombianos obrando en función de apoyo a los migrantes.

Pero esa solidaridad no es inagotable y debe convertirse también en un llamado de atención a la comunidad internacional.

Porque ese esfuerzo loable no se sostiene solo con anuncios de respaldo y con felicitaciones de organismos internacionales como la OEA.
El mundo no puede ignorar que por Colombia deambulan un millón y medio de venezolanos y las fronteras siguen abiertas.

Que esa situación ha empezado a ocasionar problemas sociales en muchas regiones por lo cual la ayuda es necesaria y urgente.