No basta con que las curadurías urbanas le den el visto bueno a los diseños de las construcciones que se pretender adelantar en Cali.El control sobre las obras que aprueban esas curadurías es necesario para hacer cumplir lo que fue autorizado y sobre todo para asegurar que se ajustan a las normas.Preocupa que, según la Administración Municipal, apenas el 32% de las construcciones se revisen y que de ellas el 44% infrinjan las licencias que se les otorgaron. Más grave aún es que, como lo asegura la Dirección de Planeación , el 60% de las obras que se hacen en la ciudad ni siquiera hayan adelantado los trámites exigidos ni cuenten con la debida autorización.El desarrollo urbano de Cali no puede seguir sin dolientes y sin los debidos controles para impedir que se viole la ley.