Los doscientos muertos en protestas no parecen conmover a Muammar Gaddafi, el dictador libio que lleva 42 años en el poder.Contra cualquier prudencia, Gaddafi ordenó a su ejército abrir fuego de ametralladoras y morteros contra quien se atreva a levantar la voz contra el régimen. Como ocurrió en Egipto y en Túnez, el gobierno silenció los medios de comunicación, pese a lo cual, las pocas informaciones que se conocen dan cuenta de una rebeldía que crece en Libia contra los abusos del exótico y cruel dictador. Así también, y al igual que ocurre en los países árabes, en Persia arrecia la represión contra los opositores del gobierno despótico y fundamentalista de Mahmoud Ahmadinejad, que unos días antes clamaba por la libertad en Egipto. Sin duda, éstos son días difíciles para los regímenes que en Oriente Medio se han basado en la fuerza, la represión y el oscurantismo.