Aunque el número de muertos por accidentes viales en las carreteras del Valle disminuyó en el 2020, el departamento continúa encabezando las estadísticas anuales de siniestros viales en Colombia.

La reducción del 16,2% no es precisamente el reflejo de un mejor comportamiento de los ciudadanos o del acatamiento de las normas de tránsito.

Tiene que ver más con un año marcado por el confinamiento, en el que durante seis meses se redujo la movilización dentro de las ciudades y por las carreteras.

Por ello preocupa que pese a las circunstancias, entre enero y noviembre del año anterior, murieran en vías del Valle 663 personas.

El caso de Cali es más dramático porque si en el 2019 fallecieron 280 personas en accidentes de tránsito, para el 2020 esa cifra fue de 279, apenas uno menos y sin contar los siniestros que pudieron ocurrir durante diciembre.

Tales estadísticas continuarán creciendo en el Valle mientras se sigan infringiendo las normas creadas para defender la vida, no se cumplan disposiciones como la revisión técnicomecánica y la imprudencia siga imperando en sus calles y carreteras.

De poco sirve tener una malla vial en buenas condiciones si no hay un cambio cultural y de mentalidad que haga prevalecer la seguridad por encima de la negligencia a la hora de conducir.