La huelga de hambre anunciada por los líderes opositores Leopoldo López y Daniel Ceballos, encarcelados desde el 2014, muestra el extremo al que ha llegado Venezuela.Su protesta para exigir la libertad de los presos políticos y para que se defina la fecha de las elecciones parlamentarias, entre otras peticiones, es la respuesta a las actitudes del régimen venezolano.Que van desde las restricciones a la libertad de opinión y de expresión, la persecución a quienes se oponen al chavismo y las medidas que produce una enorme carencia de alimentos y medicinas. La huelga de hambre de López y Ceballos es un reclamo angustioso contra esas situaciones, así como un clamor para que se den los cambios que necesitan ese país.Sus voces deben ser escuchadas y respaldadas sin duda alguna por toda América, para que lleguen a los oídos que corresponde: los del presidente Maduro y del régimen que le heredó el chavismo.