Los gobiernos Municipal y Departamental no pueden olvidarse de las 72 familias de Buenaventura a las que hace un mes una marejada se les llevó sus casas y pertenencias.Son 300 personas de los corregimientos de La Bocana y La Barra que continúan sin recibir las ayudas prometidas por las autoridades.Mientras esperan algunos de los afectados viven en cambuches improvisados y otros siguen alojados en casas de familiares o amigos.De ahí la importancia que ante su precaria situación les cumplan las ayudas ofrecidas y puedan ser reubicados cuanto antes.Más cuando la misma población ha alertado que dentro de siete días se presentaría un nuevo oleaje de las mismas proporciones del ocurrido en abril.