Quince años después de que el puente El Piñal, a la entrada de Buenaventura, fuera dinamitado por las Farc, fue reconstruido y dado al servicio.La noticia es buena para los transportadores de carga y de pasajeros y los particulares, que por más de una década padecieron inconvenientes para movilizarse.Pero al mismo tiempo demuestra la indiferencia de los cuatro gobiernos nacionales y departamentales que pasaron sin mostrar mayor interés en resolver el problema.Reconstruir el puente que sirve de conexión entre la isla de Cascajal y la zona continental, única vía para movilizar la carga proveniente de la ciudad más importante del Pacífico colombiano, era una obligación moral y legal con ese municipio.Es de esperar que se termine la actitud de dar la espalda a las necesidades de Buenaventura.