Hay que reconocer que el trabajo serio, sistemático y articulado de la Policía, la Fiscalía y la Alcaldía permitió que durante el 2014 Cali fuera una ciudad más segura. Así lo confirman las estadísticas entregadas por el Ministerio de Defensa que revelan una reducción del 23% en homicidios, así como una disminución significativa del hurto a personas, residencias, vehículos y comercio. En ese esfuerzo para erradicar la violencia y la inseguridad que atentan contra tranquilidad de los caleños, las autoridades lograron desarticular once bandas delincuenciales.Un balance positivo que no significa que el problema haya terminado, pero sí que ese es el camino a seguir para combatir la delincuencia y la criminalidad en la ciudad.Una experiencia valiosa que debe conservarse para cumplir con el propósito de recuperar el valor de la vida en la capital del Valle.