Después cuatro meses de cautiverio, de insistir en que eran espías y de aplazar su liberación, por fin el ELN dejó en libertad a los hermanos alemanes Uwe y Guhther Otto Breuer, de 69 y 72 años.Finalmente la guerrilla no tuvo más remedio que reconocer que se trataba de dos jubilados que se encontraban de vacaciones en el país al momento del secuestro.Sin embargo, el plagio dejó al descubierto el afán del ELN por retener personas que representen una ganancia económica. Y aunque no se sabe que se hubiera pagado por su libertad, es claro que los extranjeros fueron un vulgar objetivo económico. Es de esperar que la anunciada liberación del canadiense Jernoc Wobert, que lleva dos meses en poder del ELN, se concrete pronto.El secuestro es una aberración que desconoce por completo los derechos humanos, la condición humana y la libertad, y por eso no puede ser tolerado bajo ninguna circunstancia.