Los empresarios vallecaucanos tienen toda la razón en protestar por el incremento en el precio del gas para la región. En los primeros meses del año la tarifa ha subido el 18% por cuenta del cambio en la fórmula para cobrar el combustible, que ahora se liquida según la distancia entre el gasoducto y el destino.Ello ha significado que en el Valle, ubicado al ‘final de la cola’, el precio sea mayor que en otras zonas.Incrementos como el del gas llevan los costos de producción de la industria a niveles que atentan contra la capacidad de competir.Lo cual se traduce en un desestímulo para que las empresas se queden en la región y las obliga a buscar otras sedes como Bogotá.El país y en particular el Valle, no pueden seguir siendo víctimas de medidas que atentan contra la industrialización de las regiones.Y que terminan generando problemas graves a la economía, agudizando también el desempleo y la pobreza.