El Festival Mono Núñez es una de las escazas oportunidades que tienen los colombianos para reencontrarse con la música andina.Desde hace 42 años Ginebra, en el corazón del Valle, es el centro de reunión para quienes quieren deleitarse con los bambucos, los pasillos, los músicos y los cantantes que le dan viva a la cultura nacional. También es el lugar para aprender más de una herencia de la mezcla que se produjo entre las distintas razas y culturas que poblaron las montañas y los valles andinos después de la Colonia.Desde el jueves y durante este fin de semana se han dado cita 28 participantes, entre agrupaciones y solistas, en las modalidades vocal e instrumental, para competir por el favor del público y por los premios que entrega el Festival. Además del concurso, los visitantes pueden disfrutar de charlas académicas, del Festival de la Plaza con su muestra gastronómica con productos típicos de la región e incluso visitar la casa de Benigno ‘Mono’ Núñez, el compositor e intérprete vallecaucano al que se le hace homenaje con el encuentro musical.Acompañar el Festival es reconocer un esfuerzo de Funmúsica, que no ha sido fácil en los años recientes, por preservar una música que marcó la vida del país entre lo siglos siglos XIX y XX.Y por rescatarla para las nuevas generaciones, manteniendo vivo el legado de nuestros ancestros.