El diario La Prensa de Nicaragua es víctima de las maniobras que un régimen dictatorial utiliza para silenciar al periodismo independiente y acabar con la libertad de información.

El 13 de agosto del 2021 las oficinas de La Prensa, el único diario impreso que quedaba entonces en el país centroamericano, fueron allanadas y confiscadas, y en días posterior su gerente general Juan Lorenzo Holmann, los integrantes de la dirección del periódico Cristina Chamorro y Pedro Joaquín Chamorro, y los periodistas Miguel Mora, Miguel Mendoza y Jaime Arellano fueron detenidos.

Un año después están condenados a penas de entre 8 y 13 años de prisión por supuestamente conspirar contra el régimen de Daniel Ortega, y todos sus editores debieron exiliarse para continuar ejerciendo su labor y no dejar morir a La Prensa.

Es la violación de los derechos ciudadanos fundamentales, tan común de las tiranías y sus dirigentes despóticos que, como en el caso de Daniel Ortega y Rosario Murillo, su esposa y vicepresidenta, utilizan la represión para mantenerse en el poder, someter al pueblo y acallar a cualquiera que se levante en su contra.

Son las acciones totalitarias frente a las que se deben elevar las voces democráticas del mundo para exigir, como lo ha hecho la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, que se respeten los derechos de los nicaragüenses, se libere a los directivos y periodistas del diario de Managua, y se devuelvan a sus legítimos dueños los medios confiscados por el régimen nicaragüense, incluida La Prensa.