La minería ilegal no es el único problema que afronta un sector en el que el país tiene puestas muchas de sus esperanzas económicas y al que este gobierno le ha puesto el nombre de “locomotora” para el progreso.Una inspección realizada durante nueve meses por la Agencia Nacional de Minería sobre 9.043 de esos títulos, demostró que el 93% está incumpliendo con sus obligaciones.La cuarta parte no paga sus impuestos ni el arriendo sobre las tierras que explota; la tercera parte presenta problemas jurídicos y otro tanto igual tiene fallas de seguridad; la deuda con el Estado llega a $58.000 millones.Ese es el resultado de no haber ejercido durante años un control estricto sobre el sector minero nacional, y de que los gobiernos estuvieran más preocupados por otorgar permisos que por vigilar.Ahora parece al fin existir el interés de las autoridades por regular y controlar la minería legal, lo mínimo que debe hacerse si se pretende que se convierta en la locomotora que empuje la economía nacional.