Del afán sólo queda el cansancio, o como le sucede por estos días al Valle del Cauca, la desilusión.Las dudas que surgieron cuando el gobierno anterior emitió un decreto por medio del cual el Departamento fue elevado a la Categoría Especial, se confirman.La realidad financiera que ahora se conoce es bien diferente a aquella con la que se sustentó la decisión en las postrimería de ese gobierno y a pesar de comentarios como los de la Contraloría.Según la Secretaria de Hacienda, además de no cumplir las metas para mejorar los ingresos regionales, en los últimos cuatro años tampoco se logró controlar el gasto ni se tomaron decisiones de fondo para aliviar sus problemas económicos.Por eso ahora, cuando se anuncia la derogación del decreto, se espera que la actual Gobernadora realice la reforma que necesita el Valle para ser de nuevo un departamento de la más alta categoría.