Cali tiene derecho a saber qué ha pasado con la remodelación del Estadio Pascual Guerrero.Un año después las obras siguen sin concluirse, y lo que en principio le costaría a la ciudad $23.000 millones ya supera los $110.000 millones.Mientras eso sucede, parte de lo que se remodeló en el Estadio ya comienza a evidenciar deterioro, como lo muestran las imágenes publicadas ayer por El País.La Contraloría, la Procuraduría y los demás entes de control tienen la obligación de investigar lo sucedido en la remodelación del Pascual Guerrero. Y de informar a los caleños la verdad de lo que sucede, porque lo único claro es que con la remodelación del Estadio se abrió un hueco que no acaba de llenarse, al que se han echado recursos públicos que le hacen falta a la ciudad.