Comercializar productos por la vía del contrabando es hacerle trampa a la industria y al comercio nacional.Por eso, toda la mercancía pirata se convierte en el principal enemigo de la legalidad y le causa un daño enorme a las finanzas del Estado.Y es que apropiarse ilegalmente de la ropa, la televisión, el licor o falsificar textos, música, películas o medicamentos libra a los desleales comerciantes a pagar impuestos o derechos de autor.Pero también se suma el agravante de que anualmente las arcas nacionales dejan de recibir $1,3 billones.Además, acostumbra a los colombianos a pagar barato en el mercado informal por productos de dudosa calidad y procedencia.De ahí, que es importante no solo denunciar a quienes cometen este delito sino adoptar una actitud de no jugar sucio a los productos legales ni a la economía nacional.