Nadie se opone a que la industria de las motos prospere en Colombia, pero el Gobierno sí debiera tener en cuenta los efectos del crecimiento exagerado del parque automotor.Si en el 2011 se vendieron 350.000 motos en el país, la proyección para el 2012 es negociar 600.000 unidades.Con más vehículos circulando los afectados son los sistemas de transporte masivo que ha impulsado el Gobierno en varias ciudades, porque las motos se convierten en una competencia frente a la que pierde pasajeros.Además, que cada año se duplique el número de vehículos en circulación hace que las calles no alcancen. Las ciudades ya sienten los problemas de movilidad y difícilmente están en capacidad de ampliar la malla vial.Y tampoco basta con que las motos se ofrezcan con casco incluido, cuando lo que se tiene que exigir es que quienes las manejan conozcan de cultura ciudadana, respeten las normas de tránsito y se sepan comportar en las vías.