Por segunda vez en el presente año, el Presidente de los Estados Unidos debe presentar excusas por hechos que cometieron las tropas de su país en Afganistán.Ahora, y después de la quema del Corán que desencadenó la protesta del pueblo afgano, un sargento disparó en forma indiscriminada, matando 16 personas entre las cuales se encontraban niños y mujeres.Son los resultados de una guerra que después de 10 años nadie sabe a dónde conduce, que demuestra su inutilidad y produce el rechazo de los estadounidenses que antes la respaldaron como respuesta al atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001.Por eso, y mientras no retire los 100.000 soldados que están en Afganistán, Barack Obama estará expuesto a tener que presentar más disculpas y dar más explicaciones por los excesos de un ejército de ocupación, víctima ya del desgaste en una guerra inútil.