Es incomprensible que las pruebas realizadas por las EPS para detectar el Covid-19 en pacientes caleños se estén demorando entre 15 y 20 días para ser entregadas.

En estos momentos, cuando la curva de la pandemia crece rápidamente, es clave que se agilice la entrega de los resultados porque de ello dependen la salud de las personas y el tratamiento que se les debe dar.

Cuando el contagio se detecta a tiempo es más factible impedir el agravamiento de los pacientes así como la congestión en el sistema de salud, lo que redunda en mayores costos para las propias EPS.

El diagnóstico temprano también permite ubicar los focos de contagio, lo que ayuda a las autoridades a establecer los cercos necesarios para controlar la amenaza a la salud pública.

Por ello los resultados no se pueden demorar hasta 20 días, cuando se sabe que es posible obtenerlos en tres.

Tampoco se puede esperar a que haya denuncias penales, como lo ha sugerido el Alcalde de Cali, o recurrir a trámites ante la Justicia para que el problema se solucione, cuando lo que está en juego es la salud de las personas y de la sociedad.

Ojalá los cambios que han anunciado las EPS se produzcan lo antes posible para que se pueda controlar la amenaza, se eviten consecuencias mayores como la muerte de seres humanos y se detengan los conflictos judiciales que están apareciendo.