Como dice la gente de Popayán, su ciudad renació de entre las cenizas como el Ave Fénix.A 30 años de ocurrido el terremoto que en 18 segundos echó por tierra iglesias y casas coloniales, dejó 287 muertos y afectó 14.000 viviendas, hoy la capital del Cauca muestra una cara diferente.Al menos físicamente, el sismo llevó a que la ciudad se reconstruyera con edificaciones más seguras, mientras se logró rescatar buena parte de sus construcciones históricas.Pero hoy Popayán sigue sin brindar las oportunidades de progreso que requieren sus habitantes, en parte por la carga que supuso la llegada desde entonces de 70.000 desplazados por el terremoto y los que huyen del conflicto armado que asola al Cauca desde hace años.Por eso la mirada debe seguir puesta en la llamada Ciudad Blanca y, como reclama su gente, que se cumpla con la deuda que tiene el país en inversión que le genere desarrollo y progreso.