“Reventados”. La palabra con la que define el Comandante de los Bomberos Voluntarios de Cali la situación por la que pasa hoy la institución es muy diciente.Luego de un mes de agosto en el que atendieron 200 incendios y de los 58 que se han presentado en lo que va de septiembre, los bomberos se están quedando sin insumos para controlar las conflagraciones y el personal no es suficiente. El riesgo en el que está la ciudad es evidente, como sucedió el viernes pasado en Siloé donde ocho casas fueron alcanzadas por las llamas.A los Bomberos no se les puede dejar solos con la responsabilidad de enfrentar los incendios: hay que proveerles de los recursos necesarios para realizar su labor, que va en beneficio de toda la ciudad. Y de nuevo hay que llamar la atención de los caleños para que tomen precauciones y eviten los incendios que se producen, en su mayoría, por descuido de la gente.