Con sus virtudes y sus defectos, Joe Arroyo será reconocido como uno de los grandes compositores y cantores de la música en Colombia.Su muerte, luego de una penosa en enfermedad, fue el epílogo de una vida llena de peripecias, de triunfos y reconocimientos.En la mente de los colombianos y de la música del Caribe quedarán como legado letras inmortales como El Centurión de la Noche, canciones como A mi Dios todo le debo o historias que reivindicaban su raza negra como Rebelión.Joe fue ante todo la expresión de su pueblo y de la Barranquilla que lo acogió, convirtiéndolo en símbolo de la alegría de Curramba. También se constituyó como punto de referencia de la cultura popular que creció en el Caribe alrededor de la salsa y la fusión de una forma de pensar con la música. Ayer se fue Joe Arroyo, punto de referencia de la cultura popular.