Han pasado nueve años desde que en un lote de 22.000 metros cuadrados ubicado frente a la Unidad Deportiva Alberto Galindo, a pocas cuadras de la Calle Quinta, se presenta una invasión urbana ilegal sin que nadie lo evite. Hoy, construcciones irregulares en madera, plástico y ladrillo, preocupan a los habitantes y comerciantes del sector, así como a estudiantes y personal administrativo de un colegio vecino del asentamiento, ya que éstos aseguran que los cambuches no solo son utilizados como viviendas sino también como zona para la venta y consumo de drogas. El predio, que pertenecía a un narcotraficante, pasó a extinción de dominio y es administrado por la Sociedad de Activos Especiales. Esta entidad afirma que para atender esta problemática ha hecho acercamientos junto con la Secretaría de Gobierno de Cali de modo que se genere el menor impacto social posible con el desalojo del inmueble. Sin embargo, no informan cuándo se recuperará la zona.Mientras tanto, son los vecinos quienes tienen que convivir con todas las situaciones que allí se presentan. Cabe preguntarse, ¿en dónde estaban las autoridades para evitar que se construyeran cambuches en una propiedad administrada por el Estado? Por ahora solo queda esperar a que se le dé una pronta solución a esta problemática que ha crecido con el paso de los años.