Las imágenes que muestran a la reportera húngara Petra Laszlo pateando y haciéndole zancadillas a los migrantes sirios han despertado indignación en el mundo.En vez de cumplir con su labor y registrar lo que estaba sucediendo con los refugiados que huían de la policía para cruzar la frontera de Hungría con Serbia, lo que hizo fue usar su prerrogativa para agredirlos con puntapiés e impedir su paso.Un hecho lamentable que desdice su intención como periodista y demuestra el grado de intolerancia al que se ha llegado en ese país contra quienes buscan refugio en Europa, huyendo de las guerras, el terrorismo o la miseria.Ahora, la reportera que pertenecía a la cadena de televisión NT1 de Hungría y es cercana al partido de extrema derecha Jobbik enfrenta la crítica pública, pero también las acciones legales en su contra.