La multinacional Drummond sigue sacando provecho económico en el puerto de Ciénaga, en el departamento del Magdalena mientras pasa por alto las normas del país.La empresa continúa transbordando el carbón a través de barcazas, pese a que la ley colombiana le exige desde el pasado primero de enero un puerto de embarque directo. Aunque aseguraron que para marzo entrará en operación, ya es hora de que las directivas de la Drummond acaten y no se pasen por la faja las leyes ambientales de Colombia.Para eso, quienes tienen la potestad para hacer cumplir las normas deben controlar a esta empresa que parece no tener obligaciones con el medio ambiente del país.No basta con que se anuncie la suspensión de sus actividades; urge que el Ministerio de Ambiente, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, Anla, y la Superintendencia de Puertos y Transporte hagan respetar al país.