A los informes periódicos sobre el desmadre en los costos de los medicamentos en Colombia, ahora se une la denuncia hecha por la Andi sobre la posibilidad de que el 40% de las medicinas que se venden en el país sean falsificadas. Una acusación grave, que aunque fue desmentida por la Asociación de Industrias Farmacéuticas, debe ser aclarada ya que fue hecha por una entidad seria y de la mayor credibilidad como es la Andi. Si se llegara a confirmar la denuncia, el país estaría frente a un grave problema de salud pública, que pone en riesgo la vida de millones de colombianos.Por eso, lo mínimo que espera la Nación es la actuación decidida e inmediata de las instituciones con las que cuenta el Estado para defender la salud de su población.El Ministerio de la Salud, la Superintedencia y la Comisión de Regulación, deben contarle al país la verdad del asunto.