Por gracia de Dios, el Gobierno no subió el precio de los combustibles durante el mes de mayo.Sin embargo, esa no es razón para que se aplace el debate sobre la fórmula con la cual se calcula hoy ese precio.Hay que insistir en que el 40% de los recursos que genera la venta de gasolina son impuestos, además de que el Gobierno se queda con el 90% de las utilidades de Ecopetrol.Luego es fácil deducir que cada mes, cuando se decreta un alza, lo que realmente se produce es una reforma tributaria, que le genera más ingresos al Erario, dineros sobre los cuales el Gobierno evita explicar cuál es su destinación. Mientras eso sucede, quienes viven del sector del transporte, y no sólo los ‘ricos’ que tienen carro, según lo que dicen algunos funcionarios del Gobierno, padecen el acoso de un Estado que no parece tener límites en sus gastos.