El derribamiento de una torre de energía que tiene por segunda vez este año a Buenaventura en la oscuridad, es otra de esas acciones de terrorismo de las Farc que obligan a preguntarles qué ganan con hacerlo. Ya son tres días los que completan los 400 mil habitantes de ese municipio padeciendo las consecuencias del apagón.En el comercio, por ejemplo, las pérdidas ascendieron a $600 millones que sin duda se elevarán, pues solo mañana podría reestrablecerse el fluido eléctrico. Por eso, una vez más habrá que cuestionar si esa guerrilla de verdad está dispuesta a desescalar el conflicto y firmar un acuerdo de paz con el Gobierno Nacional. Porque al atentar contra la infraestructura de una región lo que demuestran es su propósito de destruir la economía y el bienestar de los colombianos.