Ampliar el horario de los establecimientos nocturnos hasta las 4:00 a.m para fomentar la rumba sana e incentivar el empleo en Cali es bueno para el desarrollo de la ciudad.Pero por encima de ese propósito debe estar el respeto a las reglas, la buena convivencia y el derecho a la tranquilidad.Por eso, tiene que evaluarse la medida, reconocer sus aciertos y errores y aplicar los correctivos necesarios para impedir que sigan aumentando las quejas por riñas, exceso de ruido y desorden en la ciudad. También es necesario fortalecer la cultura ciudadana para que produzcan los resultados que se esperan y generar un equilibrio social que propicie la armonía y la convivencia pacífica. Entendiendo que es bueno promover el empleo y la sana diversión, es también importante comprender que dormir es una necesidad y respetar el sueño de los demás una obligación.Para proteger ese derecho es indispensable que las autoridades sigan ejerciendo los controles pertinentes como los del pasado fin de semana que dejaron 85 personas sancionadas por conducir en estado de embriaguez y seis medidas preventivas por exceso de ruido. Así se podrá evitar que la tranquilidad siga amenazada por el abuso de las licencias y el ruido, sobre todo, cuando la contaminación auditiva está produciendo daños en la salud física y mental de muchos caleños.