Una situación muy grave vive la Industria de Licores del Valle, ILV, empresa que genera la mayor renta del Departamento.Pese a las múltiples voces en contra, la ILV mantiene una distribución monopólica de sus productos, razón que explica por qué, en vez de crecer, la venta de licores disminuye.Una década atrás esa misma industria obtenía ventas superiores a los 18 millones de botellas anuales. Hoy el contratista solo comercializa 12 millones en el mismo lapso.Además, el actual distribuidor está obligado desde hace cuatro meses a ceder el contrato, tras la condena por detrimento que profirió la Contraloría General, y por tanto su gestión no es la mejor. En esas condiciones, el nuevo gerente de la ILV debe elegir quien asuma el contrato de distribución. Y tiene la oportunidad de cambiar el rumbo de la empresa, erradicando la corrupción y los contratos inconvenientes que ocasionarán la quiebra.