La conducta de los agentes de la DEA involucrados en las fiestas patrocinadas por el narcotráfico en Colombia superó todos los limites.Según el reporte de la misma agencia antidrogas de EE.UU., sus agentes en el país asistían con frecuencia a estos encuentros, recibieron costosos regalos, armas y hasta dinero de los carteles de la droga y de los paramilitares.Lo que hicieron fue usar la inmunidad diplomática de la que gozan para tener comportamientos indebidos en una nación que les abrió las puertas sin condiciones. Sin duda, un hecho inaceptable para cualquier país y ante el cual el Gobierno Nacional debe protestar para que Estados Unidos le dé una explicación a los colombianos.No puede ser que quienes se supone vienen a Colombia a trabajar en la lucha contra el narcotráfico conviertan al país en sede de escándalos y comportamientos inaceptables.