La reducción en Cali de los casos de quemados por pólvora el 24 de diciembre es una buena noticia, que refleja la labor adelantada por las autoridades para evitar que niños y adultos resulten afectados por manipular esos elementos.También demuestra cómo los caleños están tomando conciencia de los riesgos que corren y empiezan a tener un cambio de actitud frente a una tradición que sólo deja tristezas y lamentos en esta época de fin de año.Las cifras, sin embargo, siguen siendo altas: en las tres primeras semanas de diciembre han resultado afectadas 69 personas en la región, y el Departamento continúa en el deshonroso segundo lugar con mayor número de quemados.Aún falta que llegue el 31 de diciembre, cuando históricamente se presentan la mayoría de los casos. El reto es que ese día haya cero víctimas por la pólvora.