El desbordamiento de los ríos Micay, Chuaré y Agua Clara ha generado una grave crisis en el municipio de López de Micay y corregimientos aledaños.Las inundaciones dejan 1.800 damnificados, en su mayoría humildes madereros y pescadores, quienes perdieron sus viviendas, sus cultivos y las embarcaciones de las cuales derivan su sustento.Debido a la tragedia, muchos se han desplazado a la cabecera municipal y ahora se encuentran en graves problemas.Desde allí reclaman con urgencia alimentos, medicinas y frazadas, mientras las autoridades asumen la recuperación de la zona.Para aliviar esta emergencia es imperioso reclamar la solidaridad de los colombianos.Una ayuda necesaria que puede ser llevada a la Cruz Roja, con la cual se podrá mitigar en algo las difíciles circunstancias que padecen por haberlo perdido todo.