Los indígenas de Jambaló, en el Cauca, le deben al país una explicación por el desmantelamiento del avión Super Tucano de la Fuerza Aérea que cayó en esa región la semana pasada.Además de la caja negra de la aeronave, que no se entiende por qué fue sustraída y aún no ha sido devuelta, faltan tres bombas de alto poder, cuyo paradero es un misterio.Mientras la comunidad indígena asegura que las entregó a la Fuerza Pública asentada en la zona, las autoridades afirman que no se las han devuelto, mientras alerta sobre el riesgo que corren quienes las tengan.Todo tiene un límite, aún en medio del conflicto que padecen las poblaciones del Cauca.Una cosa son las protestas y las manifestaciones de inconformidad por la violencia y por la forma como el Estado ha manejado los problemas de esa región. Otra es que las comunidades se tomen atribuciones que rayan con la ilegalidad y que ponen en peligro su integridad.