Al fin la Administración Municipal le pone orden al negocio en que se han convertido las ambulancias.Y decide hacer uso de la autoridad para evitar que continúe la guerra del centavo por los heridos en accidentes de tránsito.Este negocio nefasto creció porque los Gobiernos anteriores no evitaron el aumento desordenado de ambulancias en la ciudad, que hoy suman 127 repartidas en 37 empresas.Mientras las autoridades sospechan que otras tantas transitan sin permiso y sin tener en regla los requisitos.Tampoco se detuvo a tiempo el pago ilegal de algunas clínicas por llevar los heridos, lo que convirtió la necesidad de las personas y el derecho a la vida y la salud en una cruel explotación.Ahora que ha decidido ejercer el control, el Municipio tiene que frenar también el acceso a los canales de comunicación de las autoridades que tienen las ambulancias, lo que constituye un delito.