La cultura del respeto de las normas de Tránsito se va imponiendo entre los caleños, ya sea por las medidas de control que adelantan las autoridades, o por el convencimiento de que esa es la forma de garantizar una movilidad segura en la ciudad.Pero las 217.561 sanciones por exceder la velocidad que se han impuesto en el 2013, muestran que para muchos conductores no es fácil aceptar que las calles de la ciudad no se pueden volver pistas de carreras.Cuando se imponen límites de velocidad, dependiendo de la vía o la zona, se hace pensando en garantizar la seguridad de quienes conducen y de los transeúntes.Más que para evitar ser capturados ‘in fraganti’ por las cámaras de fotomultas, la decisión de controlar el exceso de velocidad debe nacer del compromiso de acatar las normas y proteger la integridad y la vida de los caleños.