“Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama, convertido en un monstruoso insecto”, es el párrafo inicial de La metamorfosis, escrita en 1915 por el autor checo Franz Kafka, que se convirtió en una de las más leídas novelas del mundo.

Mi querido amigo, el médico urólogo Antonio Joaquín García, me hizo llegar la última novela escrita por su hijo Antonio García Ángel, que trata tema similar a la tragedia de Gregorio Samsa. El personaje principal había sido despedido del instituto en donde era profesor y quedó no solamente desempleado sino también sin un cuartillo en el bolsillo. Un buen día se encontró con Reynaldo Mestizo, un comerciante en telas millonario, quien lo contrató para que acompañara a su hijo Yeison, a quien tenía recluido en una finca cercana a Bogotá.

Cuál sería su sorpresa cuando al llegar a la finca vio que Yeison se había convertido en una inmensa cucaracha, que demandaba cuidados permanentes. Aparte de cuidar el pavoroso insecto, Mestizo lo vinculó a su campaña política para alcanzar curul en el Concejo de Bogotá, porque conocía las capacidades literarias de Nelson, pues había escrito El altar de la ira, novela para la que no había encontrado editor.

Ni en el amor era afortunado, porque vivía locamente enamorado de Raquel, que lo despreciaba y solo una vez logró un encuentro sexual con esa bella mujer. Nelson es un personaje muy bien diseñado por García Ángel y la narrativa es atrapante porque, no solo es el temor con el que vivió como cuidador del bicho, sino también porque cuando lo creyeron muerto, reapareció en Bogotá donde destrozó la mitad de la ciudad.

Aparte la influencia del genial autor checo, cuyas obras todas fueron escritas en alemán, convertidas en íconos de la literatura universal, pues fuera de La metamorfosis, tanto El proceso como El castillo figuran en todas las listas de las mejores novelas escritas hasta ahora. Curiosamente, no son obras extensas, más bien relatos cortos en los que el autor impregna al lector de las tragedias que viven sus protagonistas.

Destaco en la obra de García Ángel el excelente manejo del idioma español, que muchas de sus páginas guardan semejanzas con el estilo de García Márquez.

El manejo de los diálogos es perfecto, y aunque los lectores sabemos que esa historia no pudo suceder, la creemos cierta, y todos nos sentimos perseguidos por la cucaracha gigante con sus inmensas patas y sus antenas ominosas.

Agradezco al doctor García el haberme acercado al espacio literario de su hijo Antonio, que si sigue escribiendo obras de la calidad de la que ahora comento, llegará muy alto en el mundo de las letras latinoamericanas.

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Vicky García publicó, a finales del año pasado, un libro deslumbrante titulado ‘Destellos de luz con amor’, en el que vierte su sensibilidad femenina para hacer gozar al lector de un regalo maravilloso para el espíritu.

La autora nació en Cali y ha sido profesora de Artes y en el programa de formación complementaria. En 2019 hizo en el Banco de la República un taller de fotografía dirigido por José Kattán. Con preciosas fotografías, su libro es un verdadero bálsamo para aliviar las duras tragedias colombianas, que cada vez son más devastadoras.

Felicitaciones, apreciada Vicky, por esta pieza maestra de lo mejor de nuestra literatura nacional.