Temida y conocida erróneamente como la Curva del Cerezo, debe su nombre a un ingeniero de apellido Cerezo de quien dicen hizo el trazado ideal de esta peligrosísima U cerrada, que antes de su necesaria ampliación cobró varias vidas e incluso fue el suicidadero de moda en Cali.
Quienes se iban loma abajo solo los paraba el río aguacatal porque no existía por esas calendas vegetación alguna y los bomberos de ese entonces poco o nada podían hacer para rescatar a quienes voluntaria o involuntariamente se despeñaban por ahí.
Sin embargo y con el correr de los años, ese tremendo precipicio comenzó a llenarse de cambuches que luego se convirtieron en chozas y algunos ya son casas de dos y hasta tres pisos en las que hay ladrillo y cemento ventiao.
Allí viven muchos de los que sacan sus cabritas para ordeñarlas y vender su leche en los pintorescos puestos que quedan más arriba y son un atractivo turístico del sector.
Pero infortunadamente , los invasores que no faltan por estos días, están haciendo de las suyas en este lugar que pertenece al ecoparque del Alto Aguacatal y están desaforados talando los Árboles (así, con mayúscula) cometiendo un execrable delito ecológico que atenta contra la naturaleza y con el caudal el río Cali al llegar a nuestra ciudad.
El rancherío es impresionante y como no se ve, muy pocas personas se han dado cuenta de la invasión que nace pierna abajo de la curva en semejante abismo que parece no preocupar a quienes toman semejante riesgo.
Empero si usted quiere ver la magnitud de esta invasión, sitúese por los lados del corregimiento de La Elvira y la carretera a La Castilla y quédese boquiabierto como nos sucedió a Diego Martínez y a mí en estos días en que andábamos por eso lares.
El caso es que la tala de árboles es a diario y no paran de llegar las volquetas repletas de arena, piedra y ladrillo. Incluso hay hasta una casa-quinta de tres pisos al lado de otras de igual tamaño y ya casi todas tienen luz eléctrica (¿quién se las instaló?) y como no hay pozos sépticos, las aguas negras llegan directamente al río.
Pese a ello, nadie ha podido hacer nada y la invasión crece, crece y crece. Vecinos del lugar han puesto las respectivas denuncias ante las autoridades competentes y nada que se toman las acciones pertinentes.
Este pajarraco conversó con una persona bien importante pero no muy influyente y dijo que las invasiones estaban tan desbordadas porque no había manera de frenar este delito por carencia de oficiales de la policía, el atiborre de trabajo que tienen los jueces y las amenazas que reciben quienes se atreven a investigar lo que está acaeciendo.
***
Posdata. La demora en las entregas de los resultados de las pruebas del Covid-19 está generando una guerra de nervios entre los centenares de personas que han tenido algún roce con el supuesto infectado. Se dice que esto es responsabilidad de las EPS. ¿Poor qué tienen que someter a la gente a esta verdadera tortura china?