- Ole, Jorge, me gustó mucho el homenaje que rendiste en tu columna a los héroes liberales que denunciaron a León María por sus crímenes en este pueblo a mediados del siglo pasado.
- Sí, con ocasión del cincuentenario de la novela de nuestro paisano Gardeazábal, consideré que era justo evocar a esas personas que si bien eran mayores que yo, de todas ellas fui amigo.
- Destacas a Alfonso Santacoloma.
- No es que Alfonso fuera el más importante, sino por su coraje, algo inolvidable.
- Una hermana suya fue concejal de Tuluá, en una lista que tú encabezaste.
- Sí, en mi primera incursión electoral fui candidato a la Cámara de Representantes, y cabeza de lista al Concejo local.
- Recuerdo bien que alcanzaste curul a pesar de ir en puesto de riesgo, y lograste para tu movimiento disidente liberal la más alta votación al Concejo.
- Salí por residuo a la Cámara. La lista de ediles obtuvo la más alta votación, consiguiendo tres cupos en el cabildo.
- ¿Y cómo se te ocurrió poner en la lista a la hermana de Santacoloma?
- Creí que al hacerlo le rendía merecido reconocimiento a una familia sobre la que cayó la despiadada violencia de entonces.
- Claro, Libia Santacoloma de Holguín, quien iba en segundo lugar, resultó elegida.
- Guardo por Libia inmensa gratitud. No sólo fue un miembro del cabildo muy eficaz, sino de una lealtad a toda prueba conmigo. Ella y Freddy Jaramillo Galvis fueron los más fieles colaboradores que tuve en todo mi periplo político.
- Bueno, Jorge, está como jodida la vaina política pues observo que el centro del espectro anda en una pelotera tremenda. ¿Vos qué opinás de ese trepequesube, como decía Emiliani Román?
- Como bien sabes, yo estoy con la Coalición de la Esperanza, en la que aparecen de precandidatos Fajardo, Galán, Robledo, Cristo y De la Calle, todos excelentes y dignos de llegar a la presidencia de la República.
- ¿Y qué pasa con Alejandro Gaviria?
- Juzgo que el exministro de Salud es un personaje de alto coturno para actuar en la política nacional: ingeniero, economista, filósofo, autor de libros magníficos, orador facundo, reúne una serie de cualidades excepcional.
- ¿Y por qué le han armado semejante zafarrancho?
- No he podido entenderlo. Lo acusan de ser ficha de César Gaviria, y le exigen que declare no tener vínculo con el expresidente para ser aceptado en la Coalición.
- ¿Y vos qué opinás?
- Tengo el opinador dañado sobre ese particular. Sólo sé que en política la cosa es con votos y que cualquier candidato de centro necesita los votos de eso que yo llamo ‘el gavirismo’, y conste que he sido tenaz crítico del actual presidente de la Dirección Liberal Nacional.
- ¿Será que de ganar Alejandro se volverá títere del otro Gaviria?
- No creo. Alejandro es un ser de altas valencias intelectuales y no lo veo de marioneta de nadie, y menos entregando su independencia para pagar favores electorales.
- ¿Y si no se acuerdan los de la Coalición y Alejandro qué pasará?
- Pues que perdemos todos. Si el centro llega dividido a la primera vuelta, se le abre la puerta a Petro.
- Y Uribe, ¿qué pitos flauta?
- Si viste la primera junta de candidatos uribistas te puedes dar cuenta de que esos himnos bélicos ya no caben en un país que clama por la paz.
- Adiós, Jorge, gracias por la visita y volvé pronto.